lunes, 3 de marzo de 2014

Lento pero seguro

Habiendo cumplido nuestra Boda de Papel el pasado 9 de febrero (oh sí, ya 12 meses, con el pequeño Tomás creciendo en mi vientre), escribo este post que había quedado un poco relegado. Como decía en el título, lento pero seguro.

¿Recuerdan la Cápsula del Tiempo? Esa cajita que estuvo al alcance de los invitados de nuestra boda, para que nos dejaran el mensaje que quisieran, y que nosotros leeríamos en nuestro primer aniversario. ¡Junto a los mensajes habíamos agregados dos mini botellitas de Chandon para celebrar!

La Cápsula del Tiempo en su rinconcito (Club Pescadores de Montevideo)

¿Dejaste tu mensaje?

Y el domingo 9 de febrero, tras ir a almorzar con nuestra familia en el Club Pescadores de Montevideo (exacto... ¡donde realizamos nuestra boda un año atrás!), abrimos esa cápsula que había permanecido cerrada durante 365 días.

Por mi embarazo no pude degustar el Chandon que me correspondía, pero Pablo no tuvo problema en hacerse cargo de ambas botellitas mientras leíamos los mensajes, veíamos los dibujitos e intentábamos descifrar algún que otro misterio que había sido depositado en la cápsula.

Fue un momento súper divertido, nos encontramos con mensajes de lo más variados: desde saludos y felicitaciones, hasta resúmenes de lo que había estado pasando esa noche y algunos consejos a futuro. También hubo dibujitos de los más pequeños, con pegotines y mucho brillo, y un mensaje MUY ESPECIAL: ¡el de mi esposo! Cuando encontré su mensaje me di cuenta que había olvidado dejarle uno para él... ¡la peor flamante esposa!

¡Cápsula abierta!

A todos les recomiendo que si tienen la oportunidad de hacer algo similar para su boda, lo hagan, ya que doce meses después tendrán la posibilidad de revivir momentos de ese día tan especial. Lo mismo pueden hacer para un aniversario, un cumpleaños o un nacimiento. Dejar pequeños recuerdos de ese gran día (sea cual sea el motivo del festejo) para ser vistos, olidos, escuchados o sentidos nuevamente, varios meses o años después.

Abrir la cápsula me dio ganas, obviamente, de casarme de nuevo. Pero ahora, en poco más de cuatro semanas, se viene un nuevo capítulo de esta gran historia y para ello nos estamos preparando: TOMÁS.

¡Hasta el próximo post!